Este fin de semana Nicole Kidman vivió uno de los momentos más especiales de su carrera. La actriz fue homenajeada por su trayectoria en la gala AFI Life Achievement Award en el Teatro Dolby de Los Ángeles, y posó en la alfombra roja con gran parte de su familia.
Sus hijas Sunday Rose, de 15 años, y Faith Margaret, de 13, que comparte con el cantante Keith Urban, sorprendieron a todos los presentes con su estreno en un evento público. Las adolescentes deslumbraron por lo mayores que están así como por su parecido con sus progenitores.
Un momento que también compartió con ellas su prima por parte de madre, Sybella Hawley. También estaban presentes otros sobrinos y parientes, como su hermana Antonia. Parece que la australiana hizo de este premio un asunto familiar. De hecho en el discurso que dio tras recibir el premio, Kidman hizo referencia a ellos: “Ahí está el amor de mi vida y los amores de mi vida. Mis hijas nunca han estado públicamente conmigo en una alfombra roja, esta noche fue su primera noche y aquí están, Sunday y Faith“.
La protagonista de Big Little Lies reconoció que detrás de su éxito está su familia, también su madre, quien estaba disfrutando del evento desde casa.
La intérprete, quien lleva cuatro décadas en activo acumula un Óscar, un Golden Globe, un BAFTA y varios premios Emmy. Por eso, este galardón a la trayectoria otorgado por el American Film Institute, tiene un significado muy especial para ella.
Sin embargo, en la alfombra echamos de menos a Isabella y Connor, los dos hijos que adoptó la actriz junto a Tom Cruise durante su matrimonio. La pareja estuvo casada de 1990 a 2001. Lo cierto es que ellos llevan una vida discreta, alejada en buena medida de la atención pública, y su madre ha querido respetar ese amor por la discreción. Su relación tampoco es demasiado cercana, pues tras la separación de Kidman y Cruise, parece que están más unidos a su padre después de un mediático divorcio.
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