La actriz Jennifer Lawrence se sinceró este domingo en Cannes sobre cómo la maternidad ha cambiado su vida al explicar su papel en ‘Die, my love’, el filme basado en una novela de la argentina Ariana Harwicz en el que interpreta, junto a Robert Pattinson, a una madre con depresión posparto que deriva en psicosis.
«No hay nada como la depresión posparto, te aísla increíblemente», afirmó en una rueda de prensa en Cannes junto a Pattinson, la directora, la escocesa Lynne Ramsay, y el resto del equipo de esta película aspirante a la Palma de Oro, un día después del estreno de gala en la Croisette.
Lawrence y la experiencia de su primer bebé
Lawrence señaló que leer la novela original, justo en la época en la que tuvo su primer bebé, fue una experiencia «devastadora» que la emocionó y le rompió el corazón.
Especialmente incidió en que la protagonista es una mujer que se acaba de mudar con su pareja y que se siente bastante aislada en el remoto lugar donde viven.
Pero «sin importar donde estés», una depresión posparto viene siempre con una sensación de «aislamiento» y una «ansiedad» extremas para la madre.
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Para ella misma, como alguien que acababa de tener su primer bebé y que rodaría ‘Die, my love’ estando precisamente embarazada del segundo, «fue muy duro separar» lo que haría el personaje de lo que haría ella misma
Describió tener hijos como una experiencia profundamente transformadora, algo en lo que coincidió su coprotagonista, que también fue padre recientemente.
«Tener hijos cambia todo, cambia toda tu vida, es brutal e increíble», dijo Jennifer Lawrence, y aseguró que la experiencia le ha abierto un mundo nuevo de emociones. Eso la ha cambiado creativamente y es algo que le ayuda en su trabajo como actriz.
«Recomiendo mucho tener hijos si eres actor», aseguró, desatando risas en una abarrotada sala de prensa.
RONDA