Aunque han pasado 32 años desde que Miriam Cruz (Santo Domingo, 1968) se separó de Las Chicas del Can, creada por Belkys Concepción, y tutelada posteriormente por Wilfrido Vargas, con la que conoció la fama cuando apenas era una adolescente, su voz y su nombre siguen siendo reconocidos como los de la líder e imagen más visible de la agrupación.
La loba, Ta’ pillao, Las pequeñas cosas, El negro no puede, Fuego, Juana, la cubana, El africano, Besos callejeros, Fiebre, Sukaina, Culeca y Oye son solo algunos de los muchos éxitos que popularizó a lo largo de la década en la que hizo vida profesional en el conjunto de merengue integrado exclusivamente por féminas.
A finales del año pasado, la merenguera volvió a Venezuela tras grabar el tema Ámame con Elvis Crespo.
-¿Cómo surgió esta colaboración?
-Ambos recibimos una llamada para realizar esa canción que encajaba perfecto, tanto para Elvis como para mí. Por supuesto, una idea genial que surgió de manera orgánica y linda. Grabamos juntos en República Dominicana y luego, hicimos el video en Miami. De ahí, sale una linda historia audiovisual que ha dado muy buenos resultados.
En su visita a Caracas, Cruz sorprendió a los asistentes en el concierto que dio Crespo en la Terraza del Centro Ciudad Comercial Tamanaco (CCCT) al irrumpir en el escenario para entonar el promocional con su colega estadounidense de ascendencia puertorriqueña.
-¿Cómo define su reencuentro con sus admiradores de Venezuela?
-Sencillamente mágico, impresionante y deseado, pues sé que, a través de los años, los venezolanos han mantenido el recuerdo de un tiempo hermoso en el que compartimos tanta alegría. Soy feliz de ver y sentir su amor y admiración.
-¿Cómo define su reencuentro con sus admiradores de Venezuela?
-Sencillamente mágico, impresionante y deseado, pues sé que, a través de los años, los venezolanos han mantenido el recuerdo de un tiempo hermoso en el que compartimos tanta alegría. Soy feliz de ver y sentir su amor y admiración.
¿Qué lugar tiene Venezuela en su trayectoria artística?
-Definitivamente Venezuela es uno de los países de Latinoamérica que más apoyo brindó al proyecto de Las Chicas del Can, y, por ende, al ser la líder vocal, tengo el privilegio de cantar y contar con ese repertorio que me ha mantenido presente en sus corazones. Hoy disfruto a plenitud lo importante que Venezuela es en mi carrera.
-¿Mantiene contacto con Wilfrido Vargas? ¿Cuál considera es su importancia en el auge del merengue en el mundo?
-He coincidido con el maestro Wilfrido Vargas en algunos escenarios y en reuniones de importancia. Pienso, como todos los dominicanos, que el trabajo que ha hecho Wilfrido, a lo largo de estos años, es de suma importancia para el merengue. Fue el primero que dio a conocer nuestra música en el mundo. Es un visionario con un legado extraordinario, que trasciende y realza nuestra dominicanidad.
-Miles de discos vendidos, conciertos agotados, ahora como solista, ¿Cuáles sueños le falta por cumplir a Miriam Cruz?
-He logrado todo lo que me propuesto musicalmente hablando. Mantener mi carrera con el éxito que disfruto es motivo de orgullo y alegría. Solo le pido a Dios salud para seguir conquistando corazones con mi música. Mi sueño anhelado es poder cantar nuevamente para ustedes en esta bella etapa de mi vida profesional.
-¿Planea volver a Venezuela? ¿Existe la posibilidad de repetir con Elvis Crespo en Caracas?
-¡Sí! Espero que este año que comienza estemos juntos otra vez. Volver a cantar junto a Elvis Crespo en Venezuela depende de la solicitud de todos ustedes. Para mí siempre será un honor cantar a su lado para el disfrute de todos.
EL UNIVERSAL