El próximo 20 de enero tendrá lugar la toma de posesión por parte de Donald Trump como nuevo presidente de Estados Unidos. Una de las incógnitas respecto a la fecha es que lucirá su esposa Melania Trump.
Al parecer, la próxima primera dama está sobrepasada por las ofertas de grandes diseñadores tanto de Estados Unidos como de firmas europeas, algo que no ocurrió en la toma de posesión de 2017.
«La gente habló en su contra y se negó a vestirla. Fue rechazada y maltratada pero actuó con mucha clase. Debió ser duro para ella. Ahora la gente está suplicando para vestirle». Recordamos que en enero de 2017 Melania llevó un vestido con un bolero de cuello alto a juego de Ralph Lauren en color azul empolvado, guantes y zapatos de tacón claros. Un atuendo que le hizo resaltar.
Christian Dior o Versace son algunas de las firmas que se mencionan en este diario que podrían haberle propuesto a la primera dama vestirle para la ocasión. Aunque ella ama los diseñadores latinos, como muchas mujeres de la política estadounidense, imaginamos que elegirá una marca norteamericana para reforzar el eslogan trumpista «make America great again». La moda es una poderosa herramienta.
Antes de la anterior toma de posesión, Jeremy Scott, el exdirector creativo de Moschino, declaró que «nunca» vestiría a Melania Trump. «Obviamente ella se ve regia, pero no puedo separarla de quien es», dijo entonces.
La diseñadora francesa Sophie Theallet escribió una carta abierta animando a otros diseñadores a evitar a Melania. «No participaré en vestir o asociarme de ninguna manera con la próxima primera dama».
Además, todos los ojos del mundo estarán puestos en ella el próximo lunes, por lo que será una gran publicidad para la firma elegida.
La esposa de Donald Trump tiene un porte muy elegante y ama los trajes de chaqueta con falda que le sientan como un guante.
En sus últimas apariciones ha apostado por colores oscuros porque estamos en invierno y porque asistió al funeral de Jimmy Carter, pero puede que nos sorprenda.
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