Un organizador de eventos que trabajó con Sean Diddy Combs a principios de los años 2000 reveló a The New York Post detalles sobre las fiestas denominadas freak offs, que tenían un costo aproximado de USD 500 mil dólares por evento y que incluían elaboradas instalaciones de espejos en paredes y techos.
“Por todas partes donde miraras, te veías reflejado una y otra vez”, indicó el planificador, cuya identidad se mantiene en reserva pero cuya vinculación laboral con Combs fue verificada independientemente por el citado medio.
“Puedes imaginar cómo se vería cuando la gente está desnuda y teniendo relaciones sexuales en el suelo, en los sofás, donde sea”, agregó.
Según la fuente, el presupuesto se destinaba tanto a la parte convencional del evento como a las actividades posteriores.
“Gran comida, alcohol costoso, bailarines, acróbatas, modelos. A veces teníamos animales vivos, a veces diferentes artistas. Todo sumaba, pero a él no le importaba”, detalló el organizador.
Las fiestas coincidían con eventos importantes como los MTV Video Music Awards o el Super Bowl. El planificador especificó que su rol se limitaba a coordinar “la comida, el alcohol, el entretenimiento y la decoración”, sin intervenir en la lista de invitados.
“Él contrataba tanto a hombres como a mujeres que se hacían llamar ‘modelos’, pero parecía obvio, al menos para mí, que en realidad eran trabajadores sexuales”, reveló.
The New York Post ha tenido acceso a más de dos docenas de videos de estas fiestas sexuales, que aparentemente son grabaciones de los freak offs.
En uno de ellos, según el diario estadounidense, parece que el propio Combs participó en las actividades, sosteniendo la cámara mientras aparentemente mantenía relaciones con una mujer.
Las autoridades federales realizaron allanamientos en dos residencias del productor musical en marzo, donde incautaron cientos de videos y diversos elementos, incluyendo mil botellas de aceite para bebés y lubricante.
Según documentos de la Fiscalía, estas reuniones “eran elaboradas actuaciones que él organizaba y dirigía, y que frecuentemente grababa de manera electrónica”.
Los fiscales alegan que Sean Combs utilizaba “violencia e intimidación, y aprovechaba su poder sobre las víctimas”, poder que obtenía mediante la distribución de narcóticos y el control de sus carreras profesionales.
El magnate enfrenta cargos por conspiración para el crimen organizado, tráfico y transporte para ejercer la prostitución. Por su parte, el rapero de 55 años se declaró no culpable de todas las acusaciones.
Diddy volvió a pedir su libertad bajo fianza
Sean Diddy Combs presentó el viernes una nueva solicitud de libertad bajo fianza ante el tribunal federal de Manhattan, argumentando cambios en las circunstancias y nuevas evidencias que, según sus abogados, justificarían su preparación para el juicio de mayo fuera de prisión.
Los defensores proponen un paquete de fianza “mucho más robusto” por valor de USD 50 millones, que incluiría un estricto monitoreo de seguridad las 24 horas y restricciones casi totales en su capacidad para contactar con cualquier persona excepto sus abogados.
El equipo legal de Combs afirma tener nuevas pruebas que “dejan claro que el caso del gobierno es débil”.
Sostienen que un video de marzo de 2016 que muestra a Sean Combs en un altercado físico con su entonces pareja fue “un vistazo de minutos a una relación consensual compleja pero de una década de duración”, y no una actividad coercitiva durante un freak off como alega la fiscalía.
El fundador de Bad Boy Records permanece en el Centro de Detención Metropolitana de Brooklyn a la espera de un juicio programado para el 5 de mayo.
Sus abogados argumentan que las condiciones de detención violan sus derechos constitucionales para participar en su defensa. Un portavoz de los fiscales se negó a comentar sobre la nueva solicitud de fianza.
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