Mónica Pasqualotto, reconocida actriz y animadora venezolana, abrió su corazón en una conmovedora entrevista sobre su maternidad, un viaje lleno de anhelos, desafíos y aprendizajes que la han convertido en una mujer inspiradora.
Con la sinceridad y emotividad que la caracterizan, Pasqualotto confiesa en el programa Despierta América de Univisión, su profundo deseo de ser madre, un sueño que pospuso por motivos profesionales.
“Yo quiero ser madre, y ser mamá no es sencillamente tener un bebé en tu vientre, es todo ese proceso después de tenerlo en tus brazos, cómo va creciendo, cómo lo vas educando, esa simbiosis de amor de ese ser que te ilumina la vida”, dijo la venezolana.
“Yo procrastiné mucho la maternidad por cosas profesionales. Mi primer hijo llega de 38 para 39 años, por eso se convierte en un motivo o propósito de vida contar y explicar mi experiencia”, agregó.
Su segundo embarazo, marcado por complicaciones debido a su edad y al declive natural de la fertilidad, la llevó a explorar diferentes alternativas médicas, incluyendo tratamientos de fertilidad. A pesar de las frustraciones y obstáculos, Pasqualotto nunca perdió la esperanza, encontrando paz interior al alinear su espíritu, creencia y fe.
“Yo hice todo lo que te puedas imaginar, y hasta lo inimaginable. Que si báñate con cariaquito morado, que si reiki, yoga. Yo llegué a un momento en que decía, no sé por dónde, pero yo necesito alinear mi espíritu, la creencia, la fe, para tener paz interior”.
Hoy, la actriz atesora cada instante junto a sus dos hijos, Mark y Clío, quienes son sus más preciados tesoros. A pesar de la devastadora pérdida de su tercer embarazo, Pasqualotto ha demostrado una admirable fortaleza y resiliencia, convirtiendo el dolor en una oportunidad para crecer y ayudar a otras mujeres que sueñan con ser madres.
Con un mensaje esperanzador, Mónica exhorta a las mujeres a no rendirse ante los desafíos: “No te dejes desmoralizar por lo económico, por los partes médicos, porque nadie tiene la verdad. Siempre hay una posibilidad”, concluye.
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